miércoles, febrero 23

Víctimas de ablación recuperan el clítoris



Médicos de la clínica Dexeus devuelven la sensibilidad de sus genitales a dos africanas mutiladas cuando tenían un año

Dos mujeres han recuperado la sensibilidad de sus genitales a los dos meses de ser intervenidas de una reconstrucción del clítoris en el Instituto Dexeus por el doctor Pere Barri Soldevila, impulsor del Programa de Reconstrucción Genital post Ablación del centro. Las dos pacientes, que son de origen africano y residen en España, han conseguido un resultado anatómico satisfactorio de los genitales y han recuperado la sensibilidad del clítoris, aunque aún es pronto para evaluar su respuesta a la estimulación sexual, según explicó ayer un portavoz del Instituto Dexeus.

Las dos mujeres sufrieron la ablación en el primer año de su vida en sus países de origen y, posteriormente, se trasladaron a España. Actualmente, otras diez han solicitado esta intervención.

La mutilación genital femenina es una costumbre todavía muy arraigada en países subsaharianos. La tradición consiste en eliminar el clítoris de las niñas como ritual de iniciación y entrada a la vida adulta, antes de la pubertad, aunque algunas son intervenidas en los primeros meses de vida.

 La mujer afectada sufre problemas que van desde la falta de estimulación sexual en la zona a dolor en el coito y desgarros obstétricos en el parto. El doctor Barri explicó que antes de una intervención de este tipo, que dura aproximadamente una hora, es imprescindible una evaluación psicológica y sexológica previa para confirmar su convencimiento y evaluar la calidad de su vida sexual. Según el tipo de ablación que se ha hecho se usa una técnica estándar o una individualizada, aunque la mutilación más común no secciona el clítoris de raíz, sino unos dos tercios, por lo que la cirugía recupera el muñón de clítoris restante que queda escondido a nivel de la raíz del pubis.

Dos meses bajo control

La operación consiste en eliminar el tejido cicatrizado de la zona mutilada, y para ello se localiza el muñón del clítoris, con los nervios residuales implicados en la sensibilidad sexual, y se coloca en la parte más exterior posible, que será la definitiva. Después se extirpa la fibrosis que recubre este clítoris que se ha ido quedando engrosado, dejando un tejido lo más nuevo y epitelizado posible.
El postoperatorio es bastante rápido, y el alta se produce a las 24 horas, aunque la paciente debe someterse a controles quincenales durante los dos primeros meses. Durante ese tiempo el clítoris que se ha exteriorizado se va recubriendo de nueva piel.

Al cabo de mes y medio, aproximadamente, el clítoris está totalmente recubierto, pero es bastante sensible. Hasta los tres meses no se convierte en un clítoris totalmente normal. Barri puntualizó que las pacientes que demuestran una hipersensibilidad al principio, que se traduce en un dolor inicial por el roce de la ropa, serán las que mejor función sexual tengan una vez se haya reepitelizado el clítoris.

En España, donde hay un gran número de inmigrantes de origen subsahariano, procedentes de Senegal, Gambia, Mauritania y Mali, el ritual de la ablación persiste, y muchas niñas son mutiladas en verano, cuando viajan a sus países de origen o a los de sus padres si han nacido en España, e incluso algunas son operadas de forma clandestina en nuestro país.

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